El cerebro humano procesa la información visual de manera rápida y eficiente, asociando imágenes con emociones, lo que facilita su retención. Las imágenes son más fáciles de recordar que el texto, debido a la activación de áreas cerebrales responsables de la percepción y las emociones. La Inteligencia Artificial (IA) está transformando el contenido visual al analizar patrones y generar imágenes más atractivas y eficaces para distintos públicos. Con la capacidad de personalizar visuales según el contexto, la IA mejora la comprensión y retención de la información. Camilo Fosco, investigador del MIT, profundizará en este tema en una próxima masterclass online, donde explorará cómo la IA potencia el impacto de los visuales.